CABOS DE PORTUGAL EN REFLEXIÓN Al FINAL DEL MUNDO

Hasta las aventuras transoceánicas de los navegantes portugueses la idea del "cabo del fin del mundo" era sin duda una realidad tangible de sus coetáneos. Recorrer el "Parque Natural do Sudoeste Alentejano e Costa Vicentina" es imbuirse en un mundo confiscado por el tiempo, que ha pervivido indemne al acontecer humano, donde las mismas imágenes de hace más de quinientos años hoy siguen ofreciéndose a la mirada que busca más allá del horizonte visual. Los cabos de Portugal nos engrandecen y a la par nos empequeñecen; ante la magnificencia de sus paisajes aún vírgenes, la sobrecogedora escala de sus paredes, los incontestables acantilados esculpidos durante milenios por la tenacidad del viento y la constancia del agua, las carreteras trazadas libremente en moto atravesando bosques de pinos y eucaliptos, fragantes y casi estresantes en su melancólica belleza. Permaneciendo un espacio intangible de tiempo sentado al borde de un precipicio sobre la inconmensurable dimensión oceánica, sobre la misma tierra desprovista ya de toda vegetación por el azote impertérrito del viento, como si ella misma quisiera liberarse de toda vestidura antes de entregarse definitivamente al mar, así me abandoné a la ausencia del yo anterior y arrojé, para su absoluta destrucción, todo el odio y rencor que sobre el mundo había cargado, como una maligna neoplasia que al momento yo mismo cercenara.

Costa de Zambujeira do Mar · Portugal · Océano Atlántico

Costa de Sagres · Portugal · Océano Atlántico

Cabo Espichel · Portugal · Océano Atlántico